30 agosto, 2010

Y cuando Carmen trabajaba...


Un nuevo día. Estaba rodeada de libros, enormes estanterías repletas de historias, de aventuras, de fantasías...

Carmen estaba trabajando en la librería, cansada y esperando a que su turno finalizace. Había comenzado aquel trabajo para pagar el viaje que ella y Ana habían planeado para navidades. Un viaje "Only for girls". Se irian a Londres. Londres en invierno debía ser precioso. Londres nevado... era sus sueño.

La campanilla de la puerta sonó y Carmen se despejó de la ensoñación ipsofacto. No alcanzaba a ver quien había llegado, el cliente se había colado entre las estanterías según entró. "Como roben algo, me la cargo" se dijo a si misma, por lo que dejó su puesto para buscar al misterioso cliente:

-¡Bu!- le gritaron justo antes de torcer hacia la derecha. Se sobresaltó muchísimo, tanto que entre sus labios se formó un grito:

-Te asusté, ¿eh?.

Era Ana, su quierida amiga Ana, recuperada, alegre, con una sonrisa en la cara:

-Dios, te mato, te lo juro.- dijo Carmen aferrandose a una columna.

Las dos amigas volvieron a la caja donde había estado Carmen hacía solo unos segundos y hablaron. Charlaron, rieron, bromearon... Así toda la tarde, practicamente hasta que acabó el turno de la chica.

Sonó la campanilla.

Entró un chico alto de ojos negros. Carmen se quedó muda de repente. Él esbozó una sonrisa amplia:

-Vaya, que coincidencia- añadió él.

En vistas de que Carmen se había quedado sin palabras contestó Ana:

-Hola, soy Ana, amiga de Carmen.

Le propinó un codazo a la chica, haber si reaccionaba:

-Ho... hola, Ana, este es Roberto.

El chico sonrió y saludó a Ana. Se apoyó sobre la mesa y observó a Carmen:

-No esperaba verte tan pronto... ¿Trabajas aquí?

-No... osea, si, trabajo aquí.

-¿Y a qué hora sales?

-Sale dentro de media hora- se apresuró Ana.

El chico sonrió nuevamente.

-Bien, entonces ¿Paso por aquí dentro de media hora y vamos a tomar algo?

-Desde luego... - volvió a responder Ana.

Roberto se despidió y salió de la tienda, con la promesa de que volvería un rato después. Ana sonreía... Carmen se temía algo malo, su amiga la iba a avasallar a preguntas los próximos 30 minutos. Pero a pesar de ello, estaba contenta, muy contenta.

3 comentarios:

  1. Empieza bien la historia. Estaré atenta a ver cómo continua.

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  2. :o qe loko... qe bcn por carmen igual :)

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  3. Me gusta tu blog,
    hay talento

    Pasate por loqueopinalarubia.blogspot.com

    Te sigo!
    Besos

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